Cuando se unió a la familia XB, esta variante SX no tenía ni idea de que se convertiría en la última novedad de su familia. Y, sin embargo, la señora de Milwaukee ha sacado la bandera de Buell de su ciudadela asediada por la crisis, después de haber tirado a la basura sus planes para MV Agusta. Este SX tiene la pesada carga de cerrar una aventura que habrá durado algo más de veinticinco años en el lado este de Troya.
Por cierto, la ironía es que quizás era el mejor equipado para llevar a cabo esta siniestra tarea. Este opus quiere ser el depredador de la jungla urbana, el espadachín ineludible de los «Streetfigthters», equipándose como un boxeador con unas cuantas protecciones en lugares estratégicos para recibir los golpes y así poder devolverlos. El contacto es todo lo que quiere esta Buell, y no dejará el escenario sin devolver los golpes. Ahora está preparada para su enfrentamiento final en la última ronda.
Este XBSX no es un extraño. Ha existido durante un tiempo, porque apareció por primera vez con el 984cc bajo el nombre de código XB9, señala el concesionario de motos de segunda mano Crestanevada. Éste, sin embargo, pasa de la categoría de medio a la de pesado, ya que ahora tiene una cilindrada de 1.203 y gana 15 CV, alcanzando un máximo de 93 y declarando 104 Nm a 5.500 rpm. Dos pistones más para el sistema de frenado hacen ocho, pero esta versión no es mucho más pesada, ya que pesa 179 kilos en la báscula.
Unas buenas medidas para entrar en el ruedo, mientras que la gasolina escondida en el bastidor y el aceite enrollado en el basculante han permitido esta cara única y rechoncha que, por su tono poco convencional, acabaremos echando de menos. Se siente como una bola de músculo que quiere saltar hacia ti. La generación XB ha conseguido que la compacidad sea un elemento de estatus. Al lado de coches más grandes, no sufre ningún complejo e incluso mira por encima del hombro al resto del rebaño de la carretera.
Los protectores de manos y la rejilla del faro son una llamada a la bolsa de combate, pero un destello de luz, un rayo de sol, y el azul real del chándal de artes marciales se convierte en un sugerente vestido de noche. Se puede ver a través de ella, se puede adivinar la parte inferior, la luz juega con la transparencia y los espectadores se quedan asombrados por esta especie de magia que trastorna los cánones más establecidos. Pero dónde está la gasolina, se pregunta sistemáticamente.
Escondido en medio de los demás, siempre se hace notar y anima la conversación. Por supuesto, un carácter tan asertivo no es del gusto de todos, pero como el consensualismo no es lo suyo, podemos decir que el objetivo se ha alcanzado.
Musculoso, capaz de un uppercut devastador y muy ágil, el XB12SX tiene lo necesario para enfrentarse al ring del mercado sin complejos. Desgraciadamente, el gong final ya ha sonado y es aún más frustrante que el partido se haya detenido cuando el entrenador de Milwaukee ha tirado la toalla. Él mismo temía que la crisis económica le pusiera contra las cuerdas. En este caso, privarnos de un producto así es un golpe bajo porque esta Buell, al igual que sus hermanas, combinaba el exotismo con la eficiencia para ofrecer esa parte de exclusividad y pasión que, acabaremos olvidando, constituye el anverso y reverso de nuestro universo motero.
Al leer estas líneas, probablemente no queden muchos por pedir. En los concesionarios, se deben tomar en los 9000 euros o un poco más muy bien equipados. Así que es hora de hacer una ganga y no habrá para todos. Te recordamos que el stock de piezas está garantizado para una década y que los concesionarios Harley-Davidson no cerrarán sus puertas para el mantenimiento. Una vez que se agoten las últimas máquinas, montar en este punto de diferencia se convertirá en una experiencia estética.